
Miles de migrantes decidieron no aceptar la propuesta y continuaron su viaje por México para llegar a Estados Unidos.
Por Proceso
Ciudad de México.- Con la integración de sólo 500 centroamericanos y mil 500 chiapanecos, el titular de la Secretaría de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida, admitió el fracaso del plan âEstás en tu casaâ.
Dicho plan fue anunciado por el presidente Enrique Peí±a Nieto el pasado 26 de octubre, para que los integrantes de las caravanas migrantes se queden en los estados de Oaxaca y Chiapas y no sigan su camino hacia la frontera Norte.
Al reconocer que se malogró el proyecto, al que de manera reiterada llamó âísta es tu casaâ, el funcionario federal también externó su âenorme preocupaciónâ ante la posibilidad de que ocurra un âincidenteâ en la frontera de México con Estados Unidos, sobre todo porque âel discurso y las acciones que estamos viendo que se han tomado del otro lado de la frontera son extraordinariamente hostiles hacia la migración no documentadaâ.
Luego despotricó contra lo que definió como un método âextraordinariamente perversoâ en la caravana:
âLa experiencia que tuvimos en la frontera sur es que grupos específicos de personas organizaron que mujeres, embarazadas y nií±os, fueran por delante del contingente que marchaba en el puente fronterizo, con el enorme riesgo de que si no se abría la reja de entrada a México en la frontera, pudieran morir aplastados por la presión que ejercía el resto de la gente caminando, y eso es extraordinariamente perversoâ.
Ante el fracaso del programa âEstás en Tu Casaâ, el político anunció que el gobierno federal lanzó âuna serie de ferias de empleo en diversos puntos del paísâ para que mexicanos y centroamericanos ocupen los puestos vacantes de mano de obra en las industrias maquiladoras y de exportación, entre otros.
En una conferencia de prensa conjunta con Juan Pablo Castaí±ón Castaí±ón, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Navarrete Prida aseguró que la oferta laboral âes suficiente para atender a los migrantes que ingresaron a territorio nacional en octubre, siempre y cuando bajo esta condición indispensable regularicen su situación migratoriaâ.
A su vez, Castaí±ón aseguró que hay entre 7 y 10 mil empleos disponibles âpara los mexicanos y los migrantes centroamericanosâ.
El titular de Gobernación informó que la primera feria se realizó este jueves en Guadalajara, Jalisco âciudad que la primera caravana migrante abandonó el pasado martes 13â, y que el sábado 17 se organizará otra en la ciudad fronteriza de Tijuana, Baja California, destino de los centroamericanos previo a cruzar a Estados Unidos.
En un recuento de la situación, Navarrete Prida planteó que de las 3 mil 800 solicitudes de refugio que presentaron ciudadanos centroamericanos desde que la caravana entró a México, sólo quedan 2 mil 600, pues muchos se desistieron. Informó que mil 500 personas optaron por volver a sus países de origen.
Sin embargo, varios miles de migrantes decidieron no aceptar la propuesta y continuaron su viaje por territorio nacional con el objetivo de llegar a Estados Unidos.
âSiendo una población vulnerable en su gran mayoría, se ha brindado seguridad, apoyo humanitario y otros servicios por parte de la Federación y los estados que han recibido la caravanaâ, resaltó Navarrete, pero tal declaración resulta engaí±osa, ya que por parte del Poder Ejecutivo federal sólo la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) acompaí±ó la caravana.
Y las organizaciones defensoras de derechos humanos condenaron el uso de la Policía Federal (PF) y del Instituto Nacional de Migración (INM) para impedir el cruce a México de las caravanas migrantes.
Durante la conferencia de prensa, Navarrete Prida justificó tales operaciones cuando afirmó: â¿Qué es lo que no queremos? Es que la violencia sea la dinámica que se desarrolle de aquí en adelante ante la posible intención de ingresar a Estados Unidos de Norteamérica de forma también intempestiva y no ordenada, sabiendo además que las acciones y discurso de nuestro vecino del norte, como gobierno, es extraordinariamente hostil ante una población vulnerable y ante la cual el Estado mexicano ha respondido aplicando su propia Constitución y sus leyesâ.