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Alto costo enfrentar el cáncer de mama

Sufren familias daños económicos y emocionales.

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Sufren familias daí±os económicos y emocionales.

Por Ana Luisa Casas

Saltillo, Coahuila.- El esposo de Claudia Rangel de 49 aí±os, renunció a su empleo en una empresa automotriz para financiar los estudios que no podí­a hacer el IMSS y pagar los traslados necesarios para salvar del cáncer a su esposa.

El padre de Juani Vázquez, vencedora del cáncer a sus 46 aí±os, aún paga los préstamos e intereses que solicitó durante el tratamiento de su hija, pues el Issste no podí­a hacer una gammagrafí­a ósea ni abastecer los medicamentos completos.

Myrna Bernal, de 39 aí±os, continúa trabajado durante su lucha contra el cáncer de mama, pues debe cubrir algunos gastos de traslado a Monterrey que su Seguro Social no le financia.

Carolina Dí­az, de 52 aí±os, hipotecó su casa y vendió su carro para continuar comiendo ella y sus hijos mientras abandonaba su empleo para acudir a las quimioterapias.

Rosario Guzmán de 47 aí±os, acudirá a su radioquimioterapia sin acompaí±ante, pues el dinero solo alcanzó para un pasaje a Monterrey.

Jazmí­n Vázquez, de 19 aí±os, se ve orillada a abandonar la escuela al menos un aí±o para cuidar a sus hermanos y trabajar mientras que su madre, ví­ctima del cáncer de mama, toma sus quimioterapias.

Pedro Rodrí­guez dormirá una vez más sobre la banca de una plaza pública mientras su esposa íngela, de 52 aí±os, permanece internada después de una quimioterapia, pues el albergue del hospital en que se atiende, está saturado.

Decenas de mujeres que luchan contra el cáncer de mama también enfrentan daí±os en sus finanzas y la inestabilidad económica que implica este padecimiento, sacrificando incluso, el patrimonio familiar que forjaron por aí±os antes de que el cáncer llegara a sus vidas.

“Las familias dicen, damos todo para que se salve”, comenta Claudia Rangel, a quien sorprendió el cáncer hace cinco aí±os atrás y hasta ahora alcanza a reconocer la cantidad de esfuerzos que ella y su familia hicieron para combatir esta enfermedad.

Pues no sólo implicó desarrollar la fortaleza necesaria para combatirla, sino también un sinfí­n de sacrificios económicos e inversión monetaria que va mucho más allá de comprar medicamentos, o análisis o estudios.

Sí“LO DICEN: NO HAY

“Las autoridades o los hospitales no se dan cuenta de que los gastos van más allá de unas monedas para el camión o la comida estando fuera de casa, hay ocasiones en que los hospitales te dicen que no pueden hacer tal estudio que pidió el oncólogo y tienes que buscarlo por fuera”, relató.

Una ocasión, recordó, vi cómo seí±oras debí­an acudir solas a sus tratamientos porque no habí­a forma de pagar otro pasaje hasta Monterrey y el Imss no subministra los viáticos necesarios, incluso hay ocasiones en que tampoco ofrecen la cantidad de medicamentos que indican los médicos porque no hay.

Además, es cuando menos se escatima en algún medicamento o estudio urgente que resuelva las dudas de los médicos, menciona, mientras que un plan de austeridad entra a los hogares para reducir los gastos y servicios.

“Mi padre y mis hermanos no tuvieron problema en prestarme dinero para una comida, un traslado, un medicamento o alguna cosa que se ofreciera, son cosas que jamás podré terminar de agradecerles”, comentó Juani Vázquez, a quien meses antes de diagnosticarle cáncer se habí­a divorciado.

“El Issste, que es un Instituto que recibe recursos de todos los trabajadores y aportaciones de gobierno, ni siquiera cuenta con los equipos para hacer todos los estudios que se requieren una vez vencido el cáncer o para detectar que no se haya expandido a los huesos.

“Mientras que en el Universitario, donde se canaliza a derechohabientes del Seguro Popular, pocas veces ofrece u espacio alternativo para los acompaí±antes de las pacientes o alimentos”, seí±aló Carolina Dí­az.

“Estamos pobres y nos pasa esto, el cáncer no tiene piedad, uno vencerá lo que Dios le ponga enfrente pero supongo que con dinero habrí­a sido menos sufrido tener cáncer”, dijo Carolina.

ENDEUDAMIENTOS INTERMINABLES

Esta enfermedad, como muchas otras, no sólo representa un impacto a la salud y la estabilidad integral de una familia, si la paciente no cuenta con acceso a seguridad social los costos del tratamiento pueden convertirse en un problema financiero.

Aunque desde 2007 el Seguro Popular cubre de manera gratuita el cáncer de mama, los gastos secundarios pueden traducirse en endeudamientos interminables.

Mientras que los servicios médicos de instituciones de salud pueden considerarse insuficientes y precarios ante las cifras de nuevos casos que se registran por aí±o y según el testimonio de decenas de mujeres, incluso seguros médicos particulares.

Pues cifras de Mapfre apuntan a que de las 15 mil pólizas emitidas de su producto Previcáncer entre un 10 y 15% de las usuarias reportan casos de reclamación.

Cuando los recursos que se necesitan durante una detección están asociados con el tratamiento, apoyo legal, apoyo psicológico y cuidado de los hijos cuando éstos existen.

Todas ellas atravesaron o se encuentran en la batalla de vencer el cáncer. Saben que además de enfrentar una enfermedad tan “agresiva” como la consideran, y que puede golpetear partes de su alma y cuerpo también somete de alguna forma al resto de sus familiares, quienes desembolsan lo necesario sin importar que no haya una devolución de lo prestado.

ESFUERZOS ADICIONALES

“Todo lo material se vuelve inútil porque no tienes salud para disfrutarlo y podrí­as dar tu casa, tu carro, tus ahorros o cualquier artí­culo de valor sentimental cuando la vida está a cambio, sientes que darí­as todo para salvarte”, coinciden con Carolina las vencedoras y quienes continúan luchando contra el cáncer de mama.

Y reconocen haberle dado un sentido diferente a las pertenencias materiales; “una vez cruzado este camino no te quedan ganas de ahorrar o de no disfrutar un viaje, sabes que la vida es más frágil y una sola, así­ que hay que disfrutar”, dijeron.

Pese a que en México existe la posibilidad de financiar este padecimiento a través del seguridad Social o Popular, la cobertura económica que requiere va mucho más allá de otorgar la atención médica y tratamientos sin que hasta el momento se hagan acciones para apoyar la situación, pues ni los esfuerzos adicionales cumplen con la calidad que se requiere.

“Después de atravesar esto, creo que al menos los hospitales deberí­an ampliar sus albergues, en muchas ocasiones no hay cupo, también deberí­an existir convenios con laboratorios para estudios que no pueden realizarse en las instituciones de salud ante la falta de equipos o especialistas”, comentó Carolina.

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