Armando Alanís (centro izq.) ofreció una charla sobre literatura a los ganadores del certamen.
Por: Sylvia Georgina Estrada
Saltillo, Coahuila.-Â âLas mejores ideas son como los pájaros, si no los metes en una jaula, vuelanâ, sentenció el escritor Armando Alanís, quien compartió experiencias y consejos a los ganadores del Sexto Certamen de Cuento Zócalo. âA veces las mejores ideas para un cuento, una novela o una minificción, hay que anotarlasâ, aí±adió.
Ayer, en el último día de la Feria Internacional del Libro Coahuila (FILC), el escritor saltillense ofreció una charla en el marco de la premiación del concurso literario convocado por esta casa editora. Además entregó los reconocimientos a los ganadores: Blas Emmanuel Reynosa de la Cruz, quien obtuvo el primer lugar con el cuento Hicimos lo que Pudimos; a Juan Fernando de la Vara Luna, que se quedó con el segundo sitio por Abajo de las Sillas, y a Roberto Ramírez por El Aroma de las Gardenias, el tercer premiado.
El autor de Sirenas Urbanas recordó que cuando inició como escritor mandó su cuento a una revista, en cuyo consejo literario estaba Juan Rulfo. El texto que envió se ubicaba en el campo, por lo que el editor le respondió que les gustaba el tono de su prosa, pero que se notaba que no conocía muy bien el mundo rural.
âUno no debe escribir más que de aquello que conoce, y que conoce muy bien. Yo escribo de mi realidad, de las personas que me ha tocado conocer, de mí mismo, de las experiencias que he tenido. Imagino muchas cosas, pero siempre partiendo de la realidad que está a mi alrededorâ, compartió.
En cuanto a la técnica de escritura, afirmó que no existen manuales para escribir, pero que es importante que el autor se plantee cómo abordará la historia.
âTambién hay que tomar en cuenta que un cuento es mucho más que técnica, por eso decía William Faulkner: si el escritor está interesado en la técnica, mejor que se dedique a la cirugía o a colocar ladrillos, porque para ello sí se requiere una técnica, porque se te puede caer la pared o se puede morir el paciente que está en el quirófano. Un cuento es mucho más que técnica y no todo se aprende en los libros, también algo trae adentro el escritorâ, concluyó.
