
El híbrido era mujer y se estima que tenía 13 aí±os cuando murió, hace alrededor de 50 mil aí±os. Sus padres fueron una mujer neandertal y un hombre denisovano.
Por: Proceso
Ciudad de México.-Â Era mujer y tenía 13 aí±os cuando murió, hace 50 mil. Sus padres fueron una mujer neandertal y un hombre del grupo denisovano.
Se trata de la primera evidencia real de una persona producto de dos especies distintas a la nuestra.
El hallazgo, publicado en la revista Nature, a través de un equipo liderado por Viviane Slon y Svante Pí¤í¤bo, del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva de Leipzig (Alemania), conmocionó al mundo científico ante el análisis del ADN extraído de un pequeí±o hueso fragmentado que se encontró en Siberia.
Los neandertales y denisovanos -estos últimos pertenecientes a un grupo casi desconocido, del cual apenas y se saben datos a partir de un análisis genético de fragmentos de hueso y dientes encontrados en la cueva rusa de Denisova en 2008-, existieron en Euroasia, pero jamás se había identificado un descendiente entre estos dos grupos de seres humanos.
âSabíamos que individuos frutos de la hibridación existían, pero encontrar uno era una locuraâ, dijo sobre el tema Benjamín Bernot, investigador y uno de los responsables del estudio del genoma de Denisova 11, o âDennyâ, como se bautizó a los restos de esta especie nueva.
Los humanos modernos copularon en algún momento con neandertales, hace al menos 100 mil aí±os, y hoy todos tenemos en nuestro genoma algo de esa especie extinguida, excepto los subraharianos (del continente africano que no limitan con el Mar Mediterráneo).
Al parecer, lo mismo sucedió con los denisovanos, que dejaron parte de sus genes entre asiáticos y oceánicos, que tienen también rastros de otra especie arcaica de humanos que se separó de la línea evolutiva hace más de un millón de aí±os.
Una posible respuesta para âDennyâ sería que fue resultado de posibles individuos aislados, quizá marginados.
âNunca pensé que tendríamos tanta suerte como para encontrar a un descendiente directo de los dos gruposâ, aseguró Viviane Slon, mientras que Svante Pí¤í¤bo dijo que el hallazgo era una especie de âaguja en un pajarâ, algo âcasi improbableâ que finalmente sucedió:
âQuizá no tuvieron muchas oportunidades para encontrarse, pero cuando lo hicieron, debieron haber copulado frecuentemente, mucho más de lo que se pensabaâ, lo que quizá sugiera que los cruzamientos eran frecuentes.
âLo que sería realmente revolucionario es encontrar otro denisovano en otro sitio, porque quizá estemos estudiando una población marginalâ, finalizó.