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Atrapados en las entrañas de la explotación

Situación en su comunidad de origen orilla a jornaleros a aceptar ‘oportunidades’ inhumanas

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Situación en su comunidad de origen orilla a jornaleros a aceptar ‘oportunidades’ inhumanas

Por: Néstor González Saltillo, Coahuila.- Tres semanas pasaron sin que 25 trabajadores (incluidos nueve menores de edad) que fueron reclutados en Tantoyuca, Veracruz, recibieran pago por jornadas de sol a sol, en un rancho propiedad de Marcelo Siller Cepeda, en el ejido Benecio López Padilla, municipio de General Cepeda. Autoridades del estado, apoyados por elementos de Fuerza Coahuila, intervinieron el viernes pasado este sitio para rescatar al grupo de veracruzanos, quienes trabajaban y viví­an en condiciones inhumanas. Derivado de ello, la Secretarí­a del Trabajo del estado presentó una denuncia ante la Fiscalí­a de Personas Desparecidas de Coahuila, por el incumplimiento al respeto de los derechos laborales de los jornaleros agrí­colas, además de que se encontraron menores de edad laborando en este rancho, dedicado a la siembra de tomatillo, chile habanero y chile serrano. Román Alberto Cepeda González, titular del Trabajo en el estado, confirmó que durante el operativo montado el pasado viernes se rescató a 25 personas, nueve de ellas menores de edad de entre 13 y 17 aí±os, y de los adultos, 14 hombres y dos mujeres. Dijo que el jueves las autoridades tuvieron conocimiento –a través de una denuncia de tres trabajadores– de que en el rancho mencionado se estaba explotando a los jornaleros, por lo que el viernes se hizo una inspección y se retiró al grupo de veracruzanos. Apuntó que las autoridades realizan revisiones periódicas para inhibir la explotación en ranchos agrí­colas y en minas, actividades primarias en el estado, pero en esta ocasión se derivó de una plática con trabajadores del rancho, quienes describieron las condiciones en las que viví­an. “Habí­a una serie de irregularidades que ya se puntualizaron de manera muy clara (…), no eran las óptimas, no tení­an seguridad social, no tení­an contrato, no tení­an baí±os, no tení­an cocina, el agua potable llegaba a través de una pipa, y todo eso se observó y se puso la denuncia”. Los menores de edad fueron retirados por personal de la Procuradurí­a de los Nií±os, las Nií±as y la Familia (Pronnif), mientras que los adultos fueron llevados al albergue El Refugio de los Necesitados, en Saltillo. Cepeda González dijo que no existí­a antecedente negativo de este rancho. “La mayorí­a de los productores en Coahuila tratan de seguir las condiciones al margen de que quienes vienen de otras entidades vienen a través del Servicio Nacional de Empleo, se contratan allá, saben a dónde vienen, cuánto les van a pagar. “Hay mucha gente que llega a través de intermediarios, y la gran problemática también es que a veces los mismos enganchadores o intermediarios engaí±an a la gente”. Hacinamiento Tuvieron qué soportar vivir hacinados en pequeí±os cuartos con literas que se estaban cayendo, aguantando el calor durante el dí­a y el frí­o por la noche, sin un lugar para cocinar, sin sanitarios, ni duchas o regaderas para el aseo personal. “Habí­a un mosquero de la fregada”, dijo uno de los trabajadores. El agua para tomar llegaba en pipas o los mismos jornaleros la tomaban de un pozo en malas condiciones. Para ir a hacer sus necesidades tení­an que ir a buscar un lugar en despoblado. Fernando Santiago Santiago es uno de los jornaleros que escucharon a través de la radio en Tantoyuca –su pueblo natal– el anuncio de una oportunidad de trabajo en Coahuila. Ahí­ les ofrecí­an alimento, hospedaje y un sueldo. Al llegar a General Cepeda, nada de ello era verdad. Les otorgaron un “adelanto” o préstamo de 500 pesos a cada uno para que compraran lo que necesitaran en una tienda de Diconsa. Allá en Tantoyuca les ofrecieron una paga de 11 pesos por bote de producto recolectado. Llegando al rancho, les dijeron que les pagarí­an 25 pesos por arpillera, a destajo. Cada arpillera son cuatro botes, pero les cambiaron la jugada. Ignorados Margarito Reyes Pérez, otro jornalero, dijo que nunca les pagaron. Una mujer que llevaba el control de lo que recolectaba cada jornalero nunca anotó cantidades. “Se la pasaba mirando el teléfono celular y no nos hací­a caso cuando le decí­amos cuántas arpilleras llevábamos”. Reyes Pérez ha dedicado su vida al trabajo en los jornales. “No hay más, en nuestra tierra no hay dónde trabajar, por eso venimos”. Durmiendo entre tarimas y monte Las entraí±as del ejido Benecio López Padilla se convirtieron en el infierno de los 25 trabajadores que laboraron durante tres semanas pizcando chile serrano y habanero en condiciones inhumanas. Durmieron en bodegas con paredes de adobe desquebrajándose. Techos de madera y lámina. Fauna nociva entre las grietas. Usaban un par de literas que apenas se sostienen con clavos saliendo de entre sus barrotes, sin colchones o cobertores, iluminadas por un foco con luz tenue. Un comal en medio de dos blocks para cocinar con leí±a alimentos como huevo, frijoles, tortillas y preparar café negro. Regaderas construidas con tarimas. Una manguera y cortinas de hule destajadas para ducharse, y el monte como escusado. Son cerca de 2 kilómetros a pie para llegar a la pizca. Laborar durante más de 8 horas sin adelanto para sus familias. Sin posibilidad de comunicarse. Sin servicio médico. Con agua insuficiente para hidratarse... contaminada. Soportando temperaturas de hasta 35 grados durante el dí­a y el frí­o seco colándose entre los huecos del barro por las noches. Engaí±ados, sin paga, maltratados por su contratista. Fueron las condiciones en las que los trabajadores originarios de Tantoyuca, Veracruz, pasaron 21 dí­as en el rancho propiedad de Marcelo Siller Cepeda, donde laboraron. (Ana Luisa Casas) Situación se repite Agosto de 2015 » Las autoridades de la Secretarí­a del Trabajo rescataron a 307 personas de un rancho agrí­cola en el ejido El Higo, en Ramos Arizpe, propiedad de la empresa Prokarne. Entre ellos habí­a 78 menores de edad; que al igual que los adultos, trabajaban en condiciones infrahumanas. Noviembre de 2016 » Originarios de San Luis Potosí­, Veracruz e Hidalgo, 81 jornaleros son rescatados por la PGR en un rancho del ejido Maravillas, en Matamoros, donde viví­an en condiciones deplorables y tení­an 40 dí­as sin recibir pago. Diciembre de 2016 » Un total de 58 personas originarias de San Luis Potosí­ son rescatadas por la PGR y enviadas a sus lugares de origen, luego de que se comprobaron las condiciones en que laboraban en el rancho Nidia Edith, en el municipio de Matamoros. Noviembre de 2017 » Se manifiestan en Saltillo 36 jornaleros originarios de Hidalgo que laboraban en la empresa Parras Valley, en el municipio de Parras de la Fuente, debido a que no habí­an recibido sus pagos desde un mes atrás. Diciembre de 2017 » La Comisión Nacional de Derechos Humanos emite una recomendación en la que avala que los jornaleros de ranchos de Coahuila viven en la explotación laboral, ante la complacencia de las autoridades en todos los órdenes de gobierno. Julio de 2018 » Elementos de Fuerza Coahuila rescatan a 50 personas originarias de Chiapas, que se encontraban trabajando en condiciones de explotación en tres campos del municipio de Matamoros. Agosto de 2018 » De un rancho en General Cepeda, 25 jornaleros originarios de Veracruz fueron rescatados, por estar bajo condiciones de explotación laboral y en situación deplorable de salubridad.
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