Messi ya dejó la selección antes... y no hace tanto.
Por: Agencias
Argentina.-Â En el Barcelona, Messi vuela. Sonríe. Levanta títulos. Con Argentina, âLa Pulgaâ abandonó el jueves el campo cabizbajo y abatido. De nuevo. Quizás por penúltima vez. La Albiceleste perdió 3-0 frente a Croacia en la segunda jornada del Grupo D en Rusia-2018 y quedó a un paso de volver a casa a las primeras de cambio.
Messi ya dejó la selección antes. Y no hace tanto. En Alemania-2006 y Sudáfrica-2010 su equipo cayó en cuartos de final frente a los germanos. En Brasil-2014 acarició la gloria pero se quedó a las puertas.
Paso a paso, cada vez estaba más cerca. Pero, tras perder en la última instancia de las Copas América de 2015 y 2016, Messi dijo basta.
âYa está. Se terminó para mí la selecciónâ, apuntó entonces.
âYa lo intenté mucho, me duele más que a ninguno no poder ser campeón con Argentina, pero es así, no se dio y lamentablemente me voy sin poder conseguirloâ, aí±adió.
Desde el 1-1 ante Islandia en su debut en el Grupo D, donde erró un penal, Messi no ha vuelto a ser el mismo. Apagado, con la mirada perdida, descentrado.
Frente a Croacia ni siquiera apareció. Ni siquiera mostró bronca ni rebelión en el penúltimo episodio de una relación de amor y desamor entre el mejor jugador y su selección. Entre un ídolo y un país dividido por un futbolista al que tal vez no todos sienten como suyo.
ESPAíOL DE ADOPCIíN
Messi dejó su país con 12 aí±os rumbo a Espaí±a, donde creció hasta ganar cinco Balones de Oro y cuatro Ligas de Campeones con el Barcelona.
Espaí±a presenció su debut y su auge. En el Barcelona logró situarse a la altura de los más grandes de la historia, con el brasileí±o Pelé y su compatriota Diego Maradona a la cabeza. Tuvo la oportunidad de jugar con âLa Rojaâ pero siempre se sintió argentino. âEn ningún momento se me pasó por la cabeza la dudaâ, reconoció hace tiempo.
Pero, en su país, le han llovido las críticas. Allí, âEl Diegoâ es el ídolo del pueblo, mientras que âLa Pulgaâ abandonó temprano su casa y su país, sin poder todavía reproducir los éxitos de Maradona con la casaca albiceleste.
âCuando se dice que si se le pagara en euros a lo mejor jugaría mejor, que por qué no juega bien con la selección y sí con el Barcelona⦠Casi que se siente un extranjero en Argentina, a vecesâ, dijo en 2016 el periodista espaí±ol Guillem Balagué, autor de su única biografía autorizada.
Argentina no gana un título desde la Copa América de Ecuador-1993, con Gabriel Batistuta como estrella.
Desde entonces, con Messi a la cabeza, han perdido tres finales de esa competición (2007, 2015, 2016) y la del Mundial de Brasil-2014, sin contar la Copa América de 2004, en la que la Albiceleste también quedó segunda, aunque todavía sin el astro del Barcelona.
EL BLANCO DE LAS CRíTICAS
Argentina, a veces, no le ha perdonado que no haya podido repetir sus éxitos con su club. El ejemplo más reciente, este jueves: âSiete técnicos devoró este muchacho. A éste quieren echarlo. A Messi no le importa nada. Jugó así en represalia al técnico (â¦) Tengo la sensación de que Messi jugó mal a propósito, para tirar a la hoguera a Sampaoliâ, dijo el entrenador argentino Ricardo Caruso Lombardi en su programa âEstamos Motivadosâ.
Messi cumplirá 31 aí±os este domingo. Dos días después, chocará contra Nigeria en el cierre de su llave, en un encuentro que puede marcar definitivamente el destino del astro con su selección.
Un partido que puede suponer el adiós del capitán con la casaca albiceleste. La despedida definitiva del máximo goleador de su historia, con 64 tantos, exactamente el doble que Maradona (32).
Una leyenda callada e introvertida que se ha sentido incomprendida por una parte de sus compatriotas, más acostumbrados e identificados con la excesiva personalidad âdel Diegoâ y que podrían estar ante las últimas horas de Messi con la camiseta del país que le vio nacer.
