Sara ha sido denunciada en ocasiones por faltas de respeto a los empleados.
Por: Agencias
Madrid.- La mujer del primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha sido imputada por el uso indebido de fondos dedicados a la residencia oficial que el matrimonio comparte en Jerusalén, según informó el Ministerio de Justicia.
Las sospechas incluyen el uso fraudulento de alrededor de 85.000 euros para servicios de catering entre 2010 y 2013. A finales de mayo, la Fiscalía de Israel dio un ultimátum a Sara Netanyahu para que aceptara un acuerdo y devolviera al Estado parte de los gastos personales en encargos de comida de lujo que supuestamente costeó con fondos públicos, a cambio de evitar el procesamiento.
No es la primera vez que Netanyahu se ve salpicada por un escándalo. A principios de este aí±o se hizo público un audio de 2009 en el que la esposa del primer ministro israelí trataba a sus subordinados con una absoluta falta de respeto. La ira de Netanyahu fue dirigida hacia Shaya Segal, un conocido periodista, por aquel entonces asesor de comunicación del máximo dirigente de Israel y otros altos cargos israelíes, que falleció el aí±o pasado víctima de un cáncer.
Sara Netanyahu es conocida en Israel como "la María Antonieta israelí" , según la definió la columnista Allison Kaplan Sommer en una noticia publicada en el periódico Haaretz, cuando Menny Naftali, mayordomo de la residencia oficial del primer ministro, denunció las malas formas de la esposa del primer ministro.
Según contó este empleado, que sirvió al matrimonio entre comienzos del 2011 y finales de 2012, las faltas de respeto eran continuas. En una ocasión, dijo, Sara Netanyahu le llamó a las tres de la madrugada para quejarse de que tenía leche en bolsa en su nevera, y no en cartón. Otro día le soltó "¡esto nunca ocurriría en el Palacio del Elíseo!" mientras se le enfrentaba con un ramo de flores marchitas.
También se le conoce, en el imaginario colectivo israelí, como una Lady Macbeth moderna. El matrimonio Netanyahu se conoció cuando ella era una azafata de la aerolínea El Al y él una estrella política en ciernes. Ella quedó embarazada y se casaron tras saberlo, en 1991. Pronto, él tuvo una aventura con Ruth Bar, una consultora política contratada para mejorar su imagen. A Sara le informó una llamada anónima en enero de 1993. Pronto, en 48 horas, lo supo toda la nación, cuando él acudió a confesar ante las cámaras de televisión. En aquel aí±o, Netanyahu se presentaba por primera vez a las primarias del partido conservador Likud. Un desconocido oponente le había grabado, según él mismo admitió, âen situaciones románticas comprometedorasâ, y le exigía que abandonara su candidatura, a riesgo de difundir el vídeo. íl se negó a perder la oportunidad política de su vida, y le pidió perdón a su mujer en público, ante toda la nación. Ganó las primarias, y llegaría a ser primer ministro. Fue tras la infidelidad cuando, según la leyenda negra de Sara Netanyahu, ella le hizo firmar un célebre documento secreto que le concede poderes parciales sobre los asuntos de su marido, redactado por un exfiscal general de Israel.
Con información de El País