Viajaban en un autobús, de Monterrey a Acuí±a.
Por Néstor González
Saltillo, Coahuila.- Una persona narró la experiencia que vivió durante un trayecto de Monterrey a Ciudad Acuí±a, en la que un grupo de sujetos secuestró a plena luz del día a un matrimonio y sus dos hijas, llevándoselos ante la presencia de los demás pasajeros.
La persona narró a través de Facebook cómo sin que nadie lo pudiera impedir, la familia fue bajada del autobús por los desconocidos, ante la falta de vigilancia que existe en la Central de Autobuses de Nuevo Laredo.
âAnoche tomé un autobús en Monterrey que venía de Matehuala con destino a Ciudad Acuí±a, Coahuila. Hoy a las 7 de la maí±ana, cuando llegamos a la central de Laredo, se subieron unos tipos, preguntando que a dónde íbamos y la dirección de donde vivíamos.
âFue entonces que preguntan que quién iba para el otro lado (Estados Unidos) y cuando alguien contestó, bajaron a toda su familia, un matrimonio joven con dos nií±as, una de entre 8 y 10 aí±os y la otra como de 2â.
Viajaban a Cd. Acuí±a
âEs triste pensar que tal vez se los llevaron para reclutarlos y que su familia ya no vuelva a saber de ellosâ. La persona que narró esta experiencia tomó una fotografía de las pertenencias de la familia, que ya no abordó el autobús cuando este emprendió el rumbo hacia la ciudad fronteriza.
âFue muy triste, sentí ganas de pedirle que me dejaran a las nií±as, pero el temor me paralizó. Cuando fui al baí±o me di cuenta de sus cosas, mismas que habían dejado, y decidí tomar las fotos que aquí comparto.
âHace unos meses una amiga miró lo mismo, bajaron a varios chavos repatriados, ella iba para Zacatecas y también los bajaron en Laredo. Y pues no había nada de vigilancia, esto ocurrió a pleno día y a la vista de todos.
âEs una experiencia horrible, sentirte cobarde e impotente, porque cualquier cosa que hagas puede tener una consecuencia más terrible. Nos dijo el chofer que era mejor no ponérseles âal brinco o nos llevabanââ.
La testigo relató que una vez que ingresaron a territorio de Coahuila, abordaron el autobús varios soldados, quienes preguntaron que de quién eran las pertenencias abandonadas, pero ninguno de los pasajeros se atrevió a comentar lo sucedido.
