El expresidente defendió sus acciones e hizo mención a la lucha territorial en este sexenio.
Por Reforma
Ciudad de México.- El expresidente Felipe Calderón salió en defensa de la estrategia de seguridad pública de âenfrentar y no evadirâ al crimen organizado que instrumentó en su gestión y refutó a los críticos que de manera despectiva cuestionaban su guerra contra las drogas.
En una coyuntura en la que se contrastan los indicadores de violencia del sexenio calderonista con el de Enrique Peí±a Nieto, Calderón afirmó que buscó enfrentar al crimen organizado para hacer de México un país de leyes.
El exmandatario aseguró que en su Administración encontró un fenómeno de captura del Estado que intentó combatir. Explicó que el disparo en los indicadores de homicidios no se debió a la intervención de la fuerza pública, sino al crecimiento desbordado de los grupos delincuenciales.
âLa raíz de mis críticos estaba en que el error fue el haber enfrentado el crimen, pero el pecado capital de México fue no haber enfrentado el crimen a tiempo. Esa fue la causa del problema de inseguridadâ, sostuvo.
Calderón hizo mención de la información sobre la intervención del grupo Guerreros Unidos en la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, la cual se ordenó para mantener las rutas para el trasiego de heroína a Estados Unidos.
âEsta expansión territorial es lo que genera la violencia en México. No, seí±ores: no es la acción del Gobierno lo que dispara los homicidios en México. Lo que dispara los homicidios en México es la disputa territorial de los criminales. Es una organización criminal peleándose violenta y cruelmente el dominio territorial contra organización criminalâ, argumentó.
âSalió información sobre el caso de Ayotzinapa, y es lo mismo: es los Guerreros Unidos, que son los que dominan Iguala, con la complicidad del Alcalde en disputa con Los Rojos, que se supone iban a pelearse Iguala y confunden a los estudiantes con parte de este grupo criminalâ, finalizó.
