Una de las paredes rocosas del acantilado colapsó.
Por: Agencias
Lisboa.- Un turista brasileí±o de 23 aí±os ha muerto aplastado bajo un alud de piedras en la Praia da Ursa (Sintra), una de las playas más populares de la zona metropolitana de Lisboa. Además, una alemana de 18 aí±os ha resultado gravemente herida en el accidente, mientras que otras tres personas han sido atendidas por heridas leves y contusiones.
Pese a las malas condiciones meteorológicas registradas en el litoral luso el jueves, los cinco afectados hicieron caso omiso a las fuertes rachas de viento, la lluvia torrencial y el reglamento que prohíbe acampar en la zona para pasar la noche en la playa, considerada como una de las más hermosas del mundo por la Guía Michelín. Cuando una de las paredes rocosas del acantilado colapsó, la tienda de campaí±a de la víctima mortal -identificado como Marcos Augusto Oliveira Santos- quedó sepultada bajo las piedras.
Los heridos fueron atendidos inicialmente por los bomberos locales, pero el difícil acceso a la playa -a la que sólo se consigue llegar después de un descenso vertical de más de 150 metros- hizo necesaria la intervención de la Fuerza Aérea portuguesa, que envío a un helicóptero para rescatar a las víctimas. Los médicos militares sólo pudieron certificar la muerte del joven brasileí±o, mientras que la herida alemana fue llevada al Hospital de Sí£o José de la capital lusa, donde fue admitida con politraumatismos graves.
En total, más de 29 efectivos participaron en las operaciones de rescate, entre ellos un equipo de psicólogos de la Policía Marítima que ha tenido que atender a los supervivientes del accidente, todos de nacionalidad brasileí±a y alemana, que estaban muy afectados por la muerte de su compaí±ero.
La Capitanía de Cascáis, que tiene responsabilidad directa en la zona, confirma que la inestabilidad de los acantilados está documentada, y que por ese motivo hay una decena de placas repartidas por las distintas playas y paseos de la costa que alertan a visitantes sobre el riesgo de aludes y desprendimientos. Actualmente, técnicos de la Agencia Portuguesa del Medioambiente se han desplazado a la zona para hacer una evaluación de su estado y determinar si se debe prohibir el acceso a la playa.
Situada a pocos kilómetros del Cabo da Roca, la Praia da Ursa es la playa más occidental del continente europeo y es conocida por sus espectaculares formaciones rocosas. Pese a la dificultad y peligrosidad del acceso a la playa, que no está vigilada por las autoridades marítimas o el cuerpo de salvavidas voluntarios de Portugal, es una de las más populares entre los turistas que buscan paisajes salvajes próximos a la capital lusa y la cercana aldea real de Sintra. Cada aí±o miles de personas hacen el trayecto a pie desde la carretera más cercana, y a pesar de la prohibición existente, durante el verano es normal encontrarse a jóvenes mochileros acampando en la playa.
Con información de El Mundo
