WhatsApp
Pronostico del tiempo
Puentes Internacionales
Twitter
Instagram
YouTube
Facebook

+

La carta de ‘El Chapo’ que un juez no permitió que se leyera

En una carta dirigida al juez que lleva su caso en Nueva York, Joaquín Guzmán se queja de las limitaciones de sus contactos.

  • 323

En una carta dirigida al juez que lleva su caso en Nueva York, Joaquí­n Guzmán se queja de las limitaciones de sus contactos.

Por Excélsior

Ciudad de México.- El narcotraficante mexicano Joaquí­n "El Chapo" Guzmán hizo llegar hoy una carta al juez que lleva su caso en Nueva York quejándose de las limitaciones de sus contactos con familiares y de las condiciones de su encarcelamiento.

Es una tortura de 24 horas cada dí­a", afirmó el antiguo jefe del Cártel del Pací­fico, fugado en dos ocasiones de penales mexicanos y que fue extraditado a Estados Unidos el 19 de enero de 2017 para responder a cargos levantados en su contra en este paí­s.

Desde que fue encarcelado, “El Chapo”, a través de sus abogados, se viene quejando de las condiciones en las que está preso, de la imposibilidad de comunicarse con su esposa y con otros parientes y del aislamiento al que está sometido.

La carta fue hecha llegar hoy al juez Brian Cogan después de que se anticipara el contenido de la misiva durante una vista judicial para conocer el estatus del proceso y revisar diversos temas antes de que comience el juicio, en septiembre próximo.

Debido a las reglas que usted autorizó, se me hace imposible montar mi defensa", asegura “El Chapo” en la carta, que presentó su abogado, Eduardo Balarezo, y que hizo llegar a la agencia EFE su bufete legal.

Guzmán dice que no ha podido tener contacto con su esposa desde que está preso y cree que no ha recibido una carta que le envió. "Por esa imposibilidad de contacto, ella no me ha podido ayudar a conseguir los fondos para pagar a mis abogados", agrega.

“El Chapo” salió también al paso de informes de la prensa mexicana que abrí­an la posibilidad de que la familia del narcotraficante dejara de pagar a sus abogados ante la creencia de que no ganará el juicio.

Deseo dejar eso en claro, quiero que todos sepan que yo quiero ir a juicio. No tengo intención de colaborar ni declararme culpable", sostiene.

Pero también insiste en que, como no puede contactar a su familia, no puede dar instrucciones para poder cubrir las costas legales.

Seí±or juez, le pido por favor que modifique las reglas para permitir hablar con mi esposa cara a cara para solucionar esta situación. Si no, mi juicio será una farsa", asegura el narcotraficante.

También describe una serie de dolencias que fueron citadas por el abogado en declaraciones a los periodistas al final de la audiencia de hoy, como dolores de cabeza "todos los dí­as" y vómitos diarios.

“El Chapo” se queja de que no ha podido arreglarse dos muelas, que no ha tomado el sol "ni aire fresco durante trece meses" y que si su celda "no está muy frí­a, hace demasiado calor".

La luz en mi celda está encendida todas las horas del dí­a y se me hace difí­cil dormir", afirma Guzmán Loera, que fue considerado como uno de los narcotraficantes más peligrosos del mundo y que dirigió una banda responsable de numerosos crí­menes en su paí­s.

Lo único que pido es un juicio justo", sostiene “El Chapo”.

La carta í­ntegra (traducida al espaí±ol de Vice News):

Seí±or juez, yo, Joaquí­n Guzmán Loera, quiero exponerle los problemas que tengo con respecto a mi proceso:

Debido a las reglas que usted autorizó, se me hace imposible montar mi defensa en este caso que usted mismo ha dicho es muy complejo.

Debido a las reglas que usted autorizó, no he tenido contacto con mi esposa durante 13 meses… Ni en persona, ni por teléfono, ni por carta.

Nunca me han explicado por qué no me permiten ese acercamiento. Hace seis meses le escribí­ una carta, y hasta ahora no sé si ella la recibió. Por esa imposibilidad de contacto, ella no me ha podido ayudar a conseguir los recursos para pagar a mis abogados.

(Usted) Me autorizó visitas personales con mi hermana. Pero después de una visita de una hora, que fue monitoreada, el gobierno de los Estados Unidos le revocó la visa. Entonces ella ya no puede entrar a este paí­s.

Me autorizó llamadas telefónicas con mi hermana y madre, pero ellas no tienen la capacidad de pagar a los abogados. Porque las reglas me prohí­ben darle instrucciones sobre cómo conseguir fondos para mis abogados, ellas no pueden dar una solución.

He recibido algunas visitas de mis hijas, quienes tienen seis aí±os, pero es obvio que ellas no pueden solucionar el problema. Ni siquiera, a través de ellas, puedo enviar saludos a mi familia. Cuando les pedí­ que saludaran a su mamá, los agentes que monitorearon la visita la pararon para regaí±arme por pasar mensajes.

Sólo me puede visitar mi actual equipo legal, pero las reglas no le permiten pasar mensajes a mi familia con instrucciones de cómo obtener los honorarios.

Las condiciones que usted autorizó me han daí±ado mucho porque no puedo armar mi defensa con los abogados que yo seleccioné.

Con suerte y mucho esfuerzo, mi familia pudo hacer el primer pago al licenciado Balarezo, pero por las reglas no he podido conseguir lo demás. Las personas que me ayudaron a hacer ese primer pago ya no pueden ayudarme más.

En este momento el licenciado Balarezo está haciendo lo mejor que puede con lo que tiene. Pero mi acuerdo con él contemplaba más recursos para poder defenderme. No sólo sus honorarios, sino también para los gastos necesarios. Porque no tengo acceso a los recursos necesarios, mi proceso está afectado porque no puedo formar al equipo completo de abogados que yo escogí­. Hasta el dí­a de hoy, mi defensa no está completa por falta de los recursos.

Unos artí­culos que se publicaron en la prensa la semana pasada han dicho que mi familia no quiere pagar los honorarios, en parte, porque no saben de mí­, ni qué es lo que yo quiero realizar. Deseo dejar eso en claro, quiero que todos sepan que quiero ir a juicio. No tengo intención de colaborar ni declararme culpable. También quiero que hagan lo posible para pagar los honorarios de mis abogados. El problema es que sin instrucciones mí­as no pueden hacerlo.

Seí±or juez, le pido por favor que modifique las reglas para permitir hablar con mi esposa cara a cara para solucionar esta situación. Si no, mi juicio será una farsa. También quiero exponerle que las reglas que usted autorizó me están afectando fí­sicamente, mentalmente y emocionalmente.

• Sufro de dolores de cabeza todos los dí­as.

• Vomito casi todos los dí­as.

• No me han arreglado dos muelas y me duelen mucho.

• No me he tomado el sol ni aire fresco durante 13 meses.

• El aire que respiro viene a través de un ducto en la celda y es muy seco, me duele la garganta y las fosas nasales.

• La luz en mi celda está encendida todas las horas del dí­a y se me hace difí­cil dormir.

• Si no está muy frí­o, hace demasiado calor. No me permiten comprar las mismas cosas que pueden consumir los otros presos.

Por las condiciones y como me han afectado, no me puedo enfocar para estudiar la evidencia en mi caso. No me puedo concentrar para ayudar a mi defensa. Es claro que las condiciones me han daí±ado bastante. Es una tortura de 24 horas cada dí­a. Seí±or juez, le pido que por favor autoricen algún medicamento para relajarme y enfocarme para ayudar a mi defensa.

Por último, las decisiones que usted ha tomado sobre las mociones son basadas en evidencia que no tengo la oportunidad de refutar y eso no es justo. No voy a recibir pruebas importantes hasta muy cerca del juicio y no voy a poder defenderme. Yo pensé que la justicia estadunidense, por lo menos, me iba a dar la oportunidad de defenderme. Pero ahora veo que no es verdad. Lo único que pido es un juicio justo.

S. Joaquí­n Guzmán Loera

Publicación anterior Urgen a INE indagar firmas de apoyo
Siguiente publicación ‘La Güereja’ va por diputación con Nueva Alianza
Entradas relacionadas
Comentarios
  TV en Vivo ;