Trastornos neuróticos y desórdenes relacionados con el estrés son algunas de las manifestaciones negativas que presentan.
Por: Agencias
Saltillo, Coah.- La tensión a que están sometidos los elementos castrenses en su formación y adiestramiento y en la lucha contra la delincuencia organizada, tiene consecuencias en su estabilidad emocional: cada aí±o, alrededor de 470 requieren atención psicológica y psiquiátrica.
El uso de armas y explosivos, el adiestramiento en el combate, la instrucción de reacción en operativos y la permanente exposición a la violencia y uso de la fuerza por parte de las Fuerzas Armadas durante su adiestramiento y tiempo de servicio, modifican su modo de vida, explicó el diputado federal José Refugio Sandoval Rodríguez,
âEste tipo de entrenamiento y modus vivendi tienen consecuencias físicas como mentales al soportar temperaturas extremas, falta de tiempo para dormir y el combate en operativos; por lo mismo, las fuerzas castrenses en activo son más proclives a padecer estrés postraumático y desarrollar afectaciones mentalesâ.
Además, al terminar el servicio, no gozan de seguimiento ante posibles estragos de estrés postraumático, la reinserción a la vida civil se torna compleja y hay quienes se suman a la delincuencia para continuar con su estilo de vida acostumbrada.
Trastornos neuróticos, desórdenes relacionados con el estrés, trastornos de humor (afectivos) y alteraciones somatomorfas (malestares sin enfermedad) son algunas de las manifestaciones negativas que presentan.
Delirio, esquizofrenia, trastorno paranoide y retraso mental son otras consecuencias, en parte provocadas por consumo de cocaína, crack, éxtasis, LSD y mariguana.
En respuesta a una solicitud de información, el Ejército reportó que cada aí±o un promedio de 470 elementos en activo, en su mayor parte soldados rasos, cabos, sargentos, tenientes y capitanes, ingresan a los hospitales castrenses por diagnóstico de enfermedades mentales.
Por ello, dijo, es indispensable actualizar la Ley Orgánica del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos y la Ley Orgánica del Instituto de Seguridad Social para las Fuerzas Armadas Mexicanas, para ofrecer atención y seguimiento sicológico y siquiátrico obligatorio a quienes hayan participado en operativos y acciones de campo, y a militares en retiro.
