La tradición papal de la ofrenda de flores se remonta a 1857
Por: AgenciasÂ
Ciudad de México.-Â Aprovechó un mensaje tradicional en la festividad de la Inmaculada Concepción para remarcar problemas como el deterioro ambiental y la corrupción en la capital italiana.
En los últimos aí±os la capital de Italia ha sufrido severos daí±os de infraestructura, con calles llenas de baches y basura acumulada, así como parques típicos muy descuidados.
Francisco rezó para que los habitantes de la ciudad desarrollen "anticuerpos contra algunos de los virus de nuestros tiempos".
"Como la resignación a la degradación ambiental y ética, incivilidad, desprecio por el bien común y temor a los inmigrantesâ
Asimismo, el Pontífice se refirió a la necesidad de ayudar a mucha gente que ha emigrado desde lugares donde âreina la guerra y el hambre".
"(También) el conformismo disfrazado de transgresión, la hipocresía de acusar a los demás mientras se cometen las mismas cosas, la resignación a la degradación ambiental y ética, la explotación de hombres y mujeres".
El Papa realizó estas reflexiones en la oración que pronunció durante la tradicional ofrenda de flores ante la columna de la Inmaculada en la romana Plaza de Espaí±a.
En la oración, Francisco aprovechó la ocasión para recordar el ejemplo de conversión de hace 175 aí±os en la Iglesia de Sant Andrea delle Fratte, a pocos metros de distancia de Plaza de Espaí±a, cuando la Virgen tocó el corazón de Alfonso Ratisbonne, que en ese momento era ateo y enemigo de la Iglesia y pasó a ser cristiano.
"Concédenos también a nosotros, especialmente en las pruebas y en las tentaciones, fijar la mirada en Tus manos abiertas que dejan caer sobre la tierra las gracias del Seí±or, y deshacernos de toda arrogancia orgullosa, para reconocernos como verdaderamente somos: pequeí±os y pobres pecadores, pero siempre Tus hijos", dijo.
Tras pronunciar la oración, el Papa permaneció durante unos instantes en silencio y con él los cientos de fieles que acudieron a la plaza para asistir al acto.
Después de venerar a la Virgen, Francisco fue a pie a la cercana iglesia de Sant Andrea delle Fratte, en cuya capilla oró durante unos minutos antes de regresar al Vaticano.
La tradición papal de la ofrenda de flores se remonta a 1857, tres aí±os después de la definición dogmática de la Concepción Inmaculada de la Virgen María, que formuló el papa Pío IX.
Aquel aí±o, por voluntad del beato Pío IX, se erigió este monumento en la romana Plaza de Espaí±a y fue él quien lo bendijo el 8 de septiembre de 1857 desde el balcón central de la embajada espaí±ola ante la Santa Sede.