Sin importarles que se trate de un lugar turístico y sagrado para la religión católica, las pandillas delinquen en el complejo.
Por:Â Rosalío González
Saltillo, Coahuila.- En el mirador más grande y alto de la ciudad, sobre el Cerro de las Galeras, se encuentra la imagen de Cristo Rey, una imponente estatua de asbesto con los brazos extendidos, que se convirtió desde hace una docena de aí±os en un punto de referencia en Saltillo y al que los ladrones le han pedido que âlevante las manosâ.
âBueno fuera que sólo hubieran robado, también van los pandilleros a tener sexo allá arriba, como nadie sube al Cristo porque está peligroso, ellos aprovechan, nadie les dice nadaâ, comentó una vecina de la colonia Puerto de la Virgen, donde se encuentra el acceso al Cristo.
Sin importarles que se trate de un lugar turístico y sagrado para la religión católica, las pandillas delinquen en el complejo, arropados por la impunidad, el desinterés de la sociedad y la falta de vigilancia.
Los ladrones han dejado âmirandoâ al Cristo de las Galeras llevándose de su casa los sanitarios, lavamanos, lámparas, focos y cables, así como tubos de cobre y PVC, además de utilizar sus instalaciones para mantener relaciones sexuales o festejar fiestas de pandilla.
Debajo del Cristo, el Gobierno municipal construyó en 2004 un salón de usos múltiples, dos sanitarios con un par de lavamanos y retretes cada uno, así como un local para cafetería, que han sido saqueados en su totalidad; el salvajismo con el que los delincuentes arrancaron las piezas de porcelana de los sanitarios, las puertas y ventanas quedó registrado en el lugar.
En donde alguna vez se oficiaron ceremonias religiosas, hoy sólo queda suciedad, ropa tirada, latas de cerveza y grafiti, y como en otros casos, la pérdida de inversiones públicas y el despilfarro de recursos en proyectos que después quedan a la deriva.
