En la portada aparecen tres independentistas encapuchados y armados, exigiendo un debate
Por: Agencias
Ciudad de México.-Â La revista satírica francesa Charlie Hebdo generó polémica, otra vez, con su última portada.
Esta vez, el semanario galo ironizó con el desafío soberanista que se vive en Cataluí±a.
âLos catalanes, más idiotas que los corsosâ, reza la portada.
La frase se acompaí±a de una caricatura de tres hombres encapuchados y armados colocados tras una mesa tapada con un mantel blanco y que dicen exigir un debate.
Con lo cual, hay que explicar que en Córcega se sufrió durante aí±os la violencia del Frente de Liberación Nacional de Córcega (FNLC), una organización armada que nació en 1976 para luchar por la independencia de la isla que fue responsable de decenas de asesinatos y cientos de atentados y que acabó renunciando a la lucha armada.
Según el diario El País, aunque el símbolo colocado sobre el mantel blanco que cubre la mesa tras la cual se sitúan los âindependentistasâ encapuchados retratados por la revista es el del FNLC, la imagen también recuerda a la escenografía que montaba ETA para hacer sus demandas.
Conforme a medios espaí±oles como la Sexta, esta portada parece que quiere decir, con su tono irónico habitual, que los catalanes serían más âlistosâ si usaran las armas para pedir la independencia como ocurrió en la isla francesa.
Además, en su editorial, titulada âLa estupidez o la muerteâ, seí±ala:
âComo con la Liga Norte en Italia, son siempre las regiones más ricas las que la reclamanâ, sostiene el texto.
âCasi parece escucharse la voz de la despreciable Margaret Thatcher (diciendo) âquiero que me devuelvan mi dineroâ.
â¿De qué destino trágico quieren liberarse los catalanes hoy?â, se pregunta.
âLa independencia de Cataluí±a no tiene como objetivo liberar a esta región de una tiranía que ya no existe, ni de permitir que la economía prospere, puesto que ya lo hace y, menos aún, para obtener el derecho de hablar una lengua autorizada desde hace mucho tiempo.
âLa obsesión identitaria que se extiende por Europa como el moho sobre la fruta toca la extrema derecha, pero también la izquierda. Porque el nacionalismo de derechas y el nacionalismo de izquierdas tienen un punto en común: el nacionalismoâ, concluye.
