
Los líderes de los fabricantes automotrices alemanes habrían formado un cartel en el que acordaban en secreto aspectos técnicos y financieros en perjuicio del consumidor.
Por: Agencias
EFE | AFP | Berlín, Alemania.-Â El Gobierno alemán confirmó que las autoridades de defensa de la competencia europea investigan la existencia de un presunto cártel de la industria automovilística alemana y confió en que las acusaciones se aclaren âpor completoâ ante la importancia del sector.
Los portavoces del Gobierno aseguraron que se enteraron de ese presunto cártel el viernes, al publicar el semanario Der Spiegel que Volkswagen (VW), Audi, Porsche, BMW y Daimler acordaban desde los aí±os 90 cuestiones relacionadas con tecnología, costes, suministradores e incluso la limpieza de las emisiones de los vehículos diésel.
Según explicó la portavoz de Economía, Tanja Alemany, el departamento se puso en contacto con las autoridades de defensa de la competencia y comprobó que el caso estaba en manos de Bruselas, sin confirmar, como publicó Der Spiegel, si fue VW quien presentó una âautodenunciaâ.
Economía, aseguró, se toma âmuy en serioâ las informaciones y espera transparencia total, ya que está en juego la credibilidad de la industria y sólo una aclaración completa de las acusaciones puede devolver la confianza.
¿COMPETENCIA?
Según explicó el Ministerio de Economía, la información llegó a la Oficina federal de defensa de la competencia y a Bruselas, que asumió el caso, por lo que no se investiga en Alemania.
El Gobierno no fue informado en su día porque se trata de instituciones que trabajan de manera independiente, aí±adió.
Preguntada por si este nuevo caso, tras el escándalo de la manipulación de los motores diésel, pone en riesgo la marca âmade in Germanyâ, la viceportavoz de la Cancillería, Ulrike Demmer, reconoció la importancia del sector automovilístico en la industria del país y confió en la investigación de las autoridades europeas para extraer las conclusiones que sean necesarias.
El portavoz del Ministerio de Transportes, Sebastian Hille, declinó también comentar el fondo del asunto, que planeará previsiblemente sobre la âcumbre del diéselâ que el Gobierno alemán ha convocado para el 2 de agosto, con participación de los fabricantes automovilísticos y los gobiernos de los estados federados donde tienen sus principales plantas.
Hille abogó como sus colegas de otros departamentos por una investigación a fondo del presunto cártel, pero subrayó que el objetivo de la reunión de agosto, convocada por los ministerios de Transportes y de Medio Ambiente, es alcanzar un acuerdo de consenso para reducir las emisiones contaminantes en el país.
âUN CíRTELâ
Si las informaciones de la revista Der Spiegel se confirman, el trucaje de 11 millones de vehículos diésel del grupo Volkswagen, destapado en 2015, podría parecer algo nimio: los grandes constructores (Volkswagen, Audi, Porsche, BMW y Daimler) habrían mantenido desde los aí±os 90 reuniones secretas para acordar aspectos técnicos de sus vehículos, en perjuicio de los consumidores.
Volkswagen habría hecho âuna especie de autodenunciaâ a las autoridades anticártel en julio de 2016, al igual que Daimler, seguramente con la esperanza de obtener algo de clemencia de parte de los gendarmes de la competencia, puesto que las multas por pactos pueden ser enormes.
MULTA ESTRATOSFíRICA
La multa de Bruselas o de la Oficina anticártel alemana puede llegar al 10% de la facturación de cada empresa. En este caso podría rondar los 50 mil millones de euros, según los ingresos del sector en 2016. A ello se aí±adirían las denuncias de los clientes, que no se harían esperar.
Klaus Mí¼ller, responsable de la federación alemana de asociaciones de consumidores, advirtió en el diario Sí¼ddeutsche Zeitung que miles de automovilistas podrían quejarse âpor haber posiblemente pagado precios demasiado altosâ por sus vehículos.
INVESTIGACIíN
Elucidar la eventual colusión puede llevar mucho tiempo. Por ahora, no hay ninguna investigación oficial al respecto. Bruselas y la Oficina anticártel alemana indicaron âhaber recibido informaciones, que están siendo examinadas por la Comisiónâ, indicó el ejecutivo europeo.
Volkswagen, cuyo Consejo de vigilancia tendrá una reunión excepcional maí±ana miércoles, no ha dicho aún nada. Daimler se limitó a indicar que aplica su programa interno de respeto al derecho de la competencia.
BMW negó el domingo cualquier acuerdo con sus competidores respecto a las emisiones de sus vehículos diésel y afirmó que no manipuló ninguno de sus modelos. Según Der Spiegel, el cártel automotriz está en parte vinculado a las emisiones contaminantes.