La vendedora de la cooperativa escolar estaba con su esposo y su hijo dentro de las instalaciones del colegio, listos para ofrecerles a los nií±os los desayunos que preparan para la hora del descanso
Por: Agencias
Veracruz.- En 2010, en un jardín de nií±os de Monterrey, una maestra decidió cantar "si las gotas de lluvia fueran de caramelo", mientras afuera de la escuela ocurría una balacera. La historia se repite, ahora en Veracruz.
Afuera, disparos entre policías y presuntos integrantes de la delincuencia organizada; adentro, el terror. Fue un dos de septiembre inolvidable para los estudiantes y personal de la escuela primaria Enrique C. Rebsamen, ubicada en el centro de Ciudad Mendoza, Veracruz.
La vendedora de la cooperativa escolar estaba con su esposo y su hijo dentro de las instalaciones del colegio, listos para ofrecerles a los nií±os los desayunos que preparan para la hora del descanso.
A las 10:15 de la maí±ana se comenzaron a escuchar las múltiples detonaciones de armas de fuego. El pánico comienza. Los llantos de los nií±os no paran.
La seí±ora, su esposo e hijo se resguardaron en el salón de los pequeí±os de segundo grado.
Ahí, la maestra pidió a los menores que se acostaran boca abajo, que no tuvieran miedo y que no alzaran la cabeza. Eran 15 nií±os.
Entre llantos y desesperación, la vendedora empezó a cantar âDios está aquíâ, un canto conocido por los católicos. Su esposo e hijo le ayudaron.